Ya habíamos hablado del talento de Damien Hirst y en su creatividad al hacer cosas muy originales y exclusivas, como lo podemos apreciar una vez más con esta escultura tan especial. «Gone But Not Forgotten» es el nombre que Hirst le da al esqueleto de mamut de 3 metros de altura que está bañado en oro y guardado en una caja lujosa de acero y vidrio.
Y como siempre hay algo más profundo cuando se habla de arte, el mamut representa algo que a pesar de que ya no exista más, permanece en la memoria de todos, siendo descrito por Damien como «una expresión de mortalidad, la he decorado de una manera en que se ha convertido en algo diferente, he hecho todo por que en lugar de que represente a la muerte, represente algo más esperanzador, que a pesar de que se ha ido, no se ha olvidado».
Además de admirar a Damien Hirst por su gran talento también lo admiramos por ser un filántropo humanista, ya que el mamut de oro fue realizado con el propósito de donar los millones ganados en su subasta a fundaciones contra el SIDA.
