{"id":448,"date":"2013-06-05T11:11:13","date_gmt":"2013-06-05T16:11:13","guid":{"rendered":"https:\/\/snob.mx\/?p=448"},"modified":"2013-06-11T18:30:41","modified_gmt":"2013-06-11T23:30:41","slug":"el-archipielago-de-revillagigedo","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/snob.mx\/travel\/el-archipielago-de-revillagigedo.html","title":{"rendered":"El Archipielago de Revillagigedo"},"content":{"rendered":"

Este es sin duda un lugar lleno de emociones para los esp\u00edritus m\u00e1s aventureros, y un viaje que cualquier amante del buceo no se puede perder. Para conocer el lugar generalmente es un viaje de varios d\u00edas, ya que como es s\u00f3lo son islas peque\u00f1as los buzos deben dormir en los diferentes cruceros que organizan el viaje.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Este es el Archipielago de\u00a0Revillagigedo mejor conocido como \u00abSocorro\u00bb. El acrhipielago son un grupo de diferentes islas volc\u00e1nicas que se encuentran a 380 kil\u00f3metros hacia el sur de Cabo San Lucas, M\u00e9xico. El Socorro es un para\u00edso para los amantes del buceo ya que cuenta con gran abundancia de animales marinos como delfines, tiburones, manta rayas gigantes y hasta el pez m\u00e1s grande del mundo, el tibur\u00f3n ballena. Este es sin duda un lugar lleno de emociones para los esp\u00edritus m\u00e1s aventureros, y un viaje que cualquier amante del buceo no se puede perder. Para conocer el lugar generalmente es un viaje de varios d\u00edas, ya que como es s\u00f3lo son islas peque\u00f1as los buzos deben dormir en los diferentes cruceros que organizan el viaje.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":449,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"video","meta":{"footnotes":""},"categories":[75],"tags":[170,169,171],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/448"}],"collection":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=448"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/448\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/449"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=448"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=448"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=448"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}