Tras varios a\u00f1os sin actualizaciones y cuando\u00a0 parec\u00eda que Nike hab\u00eda dado por cerrada la saga, nos sorprenden con los nuevos Lunar Racer +3 Gym, con una combinaci\u00f3n de colores rojo y negro, que le da un estilo \u00fanico.<\/p>\n

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Liger\u00edsimas; con un peso de s\u00f3lo 181 gramos y con un drop<\/i> \u00fanicamente de 7 mil\u00edmetros. A nivel tecnol\u00f3gico destaca la presencia de Flywire<\/em> con el objetivo de asegurar un perfecto ajuste del pie a los tenis.<\/p>\n

Cubiertos de arriba abajo con una red delgada color rojo, con detalles, como la lengua y el famoso logo de Nike en negro. Son pr\u00e1cticos y combinan con todo, aparte no pierden las cualidades de estabilidad y confort. Todo esto se sienta encima de una suela ligera perfecta para salir a correr.<\/p>\n

Si eres de los que corre con estilo tienes que adquirir tu par, ya est\u00e1n disponibles en todas las sucursales de Nike y tienen un precio de $110 USD.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Tras varios a\u00f1os sin actualizaciones y cuando\u00a0 parec\u00eda que Nike hab\u00eda dado por cerrada la saga, nos sorprenden con los nuevos Lunar Racer +3 Gym, con una combinaci\u00f3n de colores rojo y negro, que le da un estilo \u00fanico. Liger\u00edsimas; con un peso de s\u00f3lo 181 gramos y con un drop \u00fanicamente de 7 mil\u00edmetros. A nivel tecnol\u00f3gico destaca la presencia de Flywire con el objetivo de asegurar un perfecto ajuste del pie a los tenis. Cubiertos de arriba abajo con una red delgada color rojo, con detalles, como la lengua y el famoso logo de Nike en negro. Son pr\u00e1cticos y combinan con todo, aparte no pierden las cualidades de estabilidad y confort. Todo esto se sienta encima de una suela ligera perfecta para salir a correr. Si eres de los que corre con estilo tienes que adquirir tu par, ya est\u00e1n disponibles en todas las sucursales de Nike y tienen un precio de $110 USD.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":4266,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[131],"tags":[2577,2587,1058,1334,7,1335,2588],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4265"}],"collection":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=4265"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/4265\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/4266"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=4265"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=4265"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=4265"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}