{"id":2637,"date":"2013-10-03T16:33:03","date_gmt":"2013-10-03T21:33:03","guid":{"rendered":"https:\/\/snob.mx\/?p=2637"},"modified":"2013-10-03T16:33:03","modified_gmt":"2013-10-03T21:33:03","slug":"el-primero-stratos-flyback-rainbow-l-e-de-zenith","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/snob.mx\/style\/relojes\/el-primero-stratos-flyback-rainbow-l-e-de-zenith.html","title":{"rendered":"El Primero Stratos Flyback Rainbow L.E. de Zenith"},"content":{"rendered":"

Dentro de la caja el El Primero Stratos Flyback Rainbow L.E. tiene un movimiento autom\u00e1tico El Primero 405B desarrollado por Zenith y le da una reserva de bater\u00eda de hasta 50 horas. Para completar el\u00a0look<\/em> deportivo viene con una correa de caucho, y s\u00f3lo se crear\u00e1n 250 piezas de este nuevo reloj. Ya est\u00e1n a la venta exclusivamente en las tiendas Zenith alrededor de mundo.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Este es el nuevo reloj de la marca suiza Zenith, el El Primero Stratos Flyback Rainbow L.E. Esta nueva versi\u00f3n es una actualizaci\u00f3n del cron\u00f3metro\u00a0Zenith Rainbow Flyback de 1997, que se cre\u00f3 espec\u00edficamente para cumplir con las especificaciones que ten\u00eda la Fuerza Aerea Francesa. Con esta nueva versi\u00f3n Zenith decidi\u00f3 seguir con el\u00a0look deportivo y la misma paleta de colores brillantes, pero decidi\u00f3 darle un toque \u00fanico con la caja hecha de Alchron, que es una aleaci\u00f3n s\u00faper durable y sobre todo liviana de titanio con aluminio. Dentro de la caja el El Primero Stratos Flyback Rainbow L.E. tiene un movimiento autom\u00e1tico El Primero 405B desarrollado por Zenith y le da una reserva de bater\u00eda de hasta 50 horas. Para completar el\u00a0look deportivo viene con una correa de caucho, y s\u00f3lo se crear\u00e1n 250 piezas de este nuevo reloj. Ya est\u00e1n a la venta exclusivamente en las tiendas Zenith alrededor de mundo.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2638,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"footnotes":""},"categories":[19],"tags":[830,552,828,546,829],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2637"}],"collection":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2637"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2637\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2638"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2637"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2637"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2637"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}