<\/a>\n\t\t\t<\/div><\/figure>\n\t\t<\/div>\n\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"No cabe duda que el movimiento de\u00a0street art est\u00e1 siendo una revoluci\u00f3n para el mundo del arte, y es que cada vez son m\u00e1s reconocidos los diferentes \u00abartistas urbanos\u00bb de todo el mundo, y cada vez sus piezas son m\u00e1s cotizadas y muchas de ellas se presentan en galer\u00edas y museos alrededor del mundo, y si bien ya hay varios artistas establecidos como\u00a0Shephard Fairey o Banksy la verdad es que cada d\u00eda surgen m\u00e1s artistas con diferentes t\u00e9cnicas o mensajes que sorprenden a cualquiera. Esta vez les queremos hablar del artista\u00a0David Mesguich\u00a0un nuevo\u00a0street artists\u00a0que decidi\u00f3 pasar del 2D -al que normalmente nos tiene acostumbrados en el\u00a0street art como graffitis y tags- a el 3D con una serie de esculturas de diferentes tama\u00f1os, que pueden ser desde cabezas enormes hasta personas de tama\u00f1o real. David Mesguich es un artista basado en Bruselas y sus obras duran d\u00edas en la calle, pero hay algunas que han llegado a durar meses. Mesguich usa diferentes l\u00e1minas de pl\u00e1stico reciclado para crear sus obras, y muchas veces est\u00e1 en contacto con prisioneros para inspirarse en obras seg\u00fan dijo en una entrevista. El artista decidi\u00f3 pasar del 2D al 3D con estas esculturas para que puedan […]<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":2205,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"gallery","meta":{"footnotes":""},"categories":[73],"tags":[708,709,710],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2194"}],"collection":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=2194"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/2194\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/2205"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=2194"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=2194"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=2194"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}