El equipo de f\u00f3rmula 1 de Red Bull tiene el r\u00e9cord del Pit Stop<\/em> m\u00e1s r\u00e1pido de la historia con s\u00f3lo 2.05 segundos, pero al momento de una carrera no podemos realmente llegar a comprender que es lo que realmente est\u00e1 pasando en el Pit Lane\u00a0<\/em>ya que en esos casi 2 segundos el equipo de\u00a0pits<\/em> debe cambiar las cuatro llantas y reparar cualquier aver\u00eda que tenga el coche de f\u00f3rmula <\/a>1.<\/p>\n

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Pero con este video gracias a la c\u00e1mara lenta podemos ver con detalle todos los movimientos que tienen que hacer en\u00a0pits<\/em> adem\u00e1s la f\u00f3rmula uno es de las pocas que permiten tener un n\u00famero ilimitado de personas trabajando en el coche a la vez lo que significa que es todav\u00eda m\u00e1s dif\u00edcil coordinar a un equipo tan grande para lograr una coreograf\u00eda perfecta. Pero para alcanzar esos tiempos necesitan practicar cientos de veces para que al momento de la carrera no tengan ning\u00fan error.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

El equipo de f\u00f3rmula 1 de Red Bull tiene el r\u00e9cord del Pit Stop m\u00e1s r\u00e1pido de la historia con s\u00f3lo 2.05 segundos, pero al momento de una carrera no podemos realmente llegar a comprender que es lo que realmente est\u00e1 pasando en el Pit Lane\u00a0ya que en esos casi 2 segundos el equipo de\u00a0pits debe cambiar las cuatro llantas y reparar cualquier aver\u00eda que tenga el coche de f\u00f3rmula 1. Pero con este video gracias a la c\u00e1mara lenta podemos ver con detalle todos los movimientos que tienen que hacer en\u00a0pits adem\u00e1s la f\u00f3rmula uno es de las pocas que permiten tener un n\u00famero ilimitado de personas trabajando en el coche a la vez lo que significa que es todav\u00eda m\u00e1s dif\u00edcil coordinar a un equipo tan grande para lograr una coreograf\u00eda perfecta. Pero para alcanzar esos tiempos necesitan practicar cientos de veces para que al momento de la carrera no tengan ning\u00fan error.<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":1589,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"video","meta":{"footnotes":""},"categories":[11],"tags":[503,58,502,501,483],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1588"}],"collection":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=1588"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/1588\/revisions"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media\/1589"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=1588"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=1588"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/snob.mx\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=1588"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}