La única regla que había en esta transformación era el permanecer con su motor de 161 caballos de fuerza y toda su electrónica en su lugar predestinado, fuera de esto, todo fue cambiado creando prácticamente una obra de arte con un estilo Art Decó.

Fred «Krugger» Bertrand – dueño de Krugger motorcycles- transformó completamente este modelo de BMW, convirtiéndola en una motocicleta impresionantemente hermosa y diferente a cualquiera antes vista.

Después de aproximadamente medio año, salió a la luz el producto de una transformación loca, divertida y aventurera, definitivamente BMW se quedó con la boca abierta. 

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